Rubén Magnano, laburante y ganador

Ruben Pablo Magnano, según wikipedia, nacido el 9 de octubre de 1954 en Villa María, Córdoba, fue un jugador de básquet de poca "monta"; pero tan amante de este deporte que encontró la veta para seguir ligado a él, en la dirección técnica.



Primero se recibió a los 27 años de profesor de Educación Física y al año siguiente ya tenía en su poder el título que lo habilitaba como Entrenador Nacional de Basquet.

Arrancando en Hindú Club de Córdoba, donde hizo sus primeros pasos, el DT se comenzaba a perfilar como un laburante y un ganador.
Apasionado por la docencia y formación de jugadores, comenzó con las divisiones inferiores, dejando de entrada su sello y marcando un estilo que mantendría con una coherencia intachable en el transcurrir de su carrera.

Duro, exigente, rígido, obsesivo por la buena conducta, mejor defensa y pensado ataque, sus jugadores sentían el rigor de los entrenamientos, pero al momento de desplegar el juego, los resultados y las satisfacciones llegaban rápidamente.

Atenas, a nivel local, en la década del '80, arrasaba, no tenía rivales en las divisiones formativas y así fue como en 1990 tiene su oportunidad para dirigir el plantel superior de la Liga Nacional.


Todo un desafío que duraría 4 años, obteniendo el título de Liga Nacional en la temporada 1991-92 y dos Campeonatos Sudamericanos de Clubes, en 1993 y 1994.

Luego en el '94, hace su primera experiencia en el TNA, en el club Luz y Fuerza de Posadas, Misiones, logrando el ascenso para la temporada siguiente a la Liga A.

En la temporada 1996-97 regresa al club de sus amores, Atenas, donde obtendría, nada más y nada menos que el Panamericanos de Clubes, en 1996, dos Ligas Nacionales, 1997-98 y 1998-99 y dos Ligas Sudamericanas de Clubes en 1997 y 1998.

Con 9 títulos en su haber, en casi 10 años de carrera, emigra a Boca Juniors de Buenos Aires, donde estuvo una temporada, antes de dar el salto de calidad hacia la Selección Argentina.

Su seriedad y contracción al trabajo llegaban a la Selección y daban comienzo a la "Generación Dorada", que tantas alegrías nos daría en los años posteriores.

Con los retiros de "grandes" de nuestra Liga, como Marcelo Milanesio y "Pichi" Campana, comenzó con la renovación del plantel y de a poco fue juntando a un grupo de jóvenes con ansias de logros.
De mucha ayuda le fue que nacieron jugadores de la talla de "Manu" Ginóbili, Fabricio Oberto, "Chapu" Nocioni, "Pepe" Sánchez, Luis Scola y Rubén Wolkowisky, entre otros.

Ruben, los juntó, les hizo entender que eran figuras a nivel mundial en sus clubes, pero que para trascender a nivel país, debían conformar un grupo, un equipo, que tuviera una línea de juego y un objetivo en común.
Tarea para nada fácil, pero que la fue consiguiendo poco a poco.

En el 2002, se escapa el título de campeón mundial por un simple, en la ya tantas veces discutida final contra Yugoslavia, en tiempo suplementario, y con un clarísimo foul sobre Hugo Sconochini sobre la chicharra que le hubieran significado dos tiros y la posibilidad de triunfo.
Sumado a que el equipo tenía a un Ginobili disminuído físicamente por un esguince de tobillo al pisar al alemán Dirk Nowitzky en la semifinal.

Sin dudas, Argentina era el campeón moral de ese mundial, destacándose el resonante triunfo en Cuartos de Final contra el Dream Team de los EEUU, convirtiéndose en el primer equipo en vencerlo a nivel Fiba y, entre nosotros, con "baile" a los morochos norteamericanos.

Pero lejos de quedarse con esa "sensación" de injusticia, Rubén Magnano se juró venganza, uso esa espina clavada como un inflador anímico y un motivador para lo que vendría. Y no le fue mal.

Después de conseguir el subcampeonato y la clasificación a los JJOO de Atenas, en el Preolímpico de República Dominicana, el DT y su equipo encaraba con mucho trabajo y ahínco una preparación intensiva que a la postre le daría "la mayor alegría en mi carrera como técnico", segun sus propias palabras.


Y fue en Atenas, Grecia, en los Juegos Olímpicos del año 2004, donde tanto el DT, Rubén Magnano como sus jugadores, obtendrían el título consagratorio de sus carreras, nada más y nada menos que la medalla de Oro, venciendo a rivales de la talla de Serbia, Grecia, Italia en la final y una vez más, al Dream Team estadounidense de turno.

Bautizado como el "padre" de la Generación Dorada, abandona la albiceleste, para analizar la cantidad inmensa de ofertas de clubes del exterior.
Asi es como recala en el Varese de Italia donde permanece 3 temporadas antes de tener un opaco paso por la Liga ACB de España en el Cajasol.

En el 2008, decide su regreso a Argentina, afrontando una parada muy díficil: Volver a posicionar al club mas ganador de la Liga, pero que venía de varias temporadas desafortunadas; Atenas de Córdoba.
Y le fue más que bien, obtuvo su 4to título de Liga Nacional y el nº 16 de su carrera entre clubes y Selección Argentina.

 
Desde el 2010 a la actualidad, se desempeña como Director Técnico del Seleccionado de Brasil.
En casi 2 años de trabajo, ya se nota su mano, produciendo una revolución en el básquet de ese país y clasificándolo a los JJOO luego de 16 años de ausencias.
Ya se habla de Brasil como una futura potencia mundial, el tiempo y el trabajo seguramente lo confirmarán.


Por todo esto, sin dudas, uno de los mejores técnicos nacionales de nuestra historia.....sino el mejor.


Rubén Magnano, parece tener la fórmula perfecta:

                 Trabajo + Dedicación = Éxito.












Festejo histórico de Rubén como pocas veces se lo vió.


4 comentarios:

  1. Trabajo y humildad, las dos caracteristicas principales de un grande. Tuve la oportunidad de cruzarme en el aeropuerto de San Pablo, 10 minutos es poco para conocer a una persona, pero en ese corto tiempo deja ver su carisma.

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  2. un genio!!! orgullo argentino..

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  3. yo lo conoci durante 8 años, y les puedo asegurar que es un mal bicho.

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  4. lejos el mejor de la historia un grande

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